sábado, 31 de maio de 2008

Engranes Químicos…


La organicidad del ser humano es totalmente química, si alguna pieza en el cerebro falla, falla el cuerpo biológico. El cuerpo, constituido por una serie de articulaciones que, proyecta una serie de condiciones las cuales a su vez develan al sujeto ante la sociedad misma como un ser afectado por su entorno. Es de esta manera que si no hay una regulación de las sustancias químicas no hay motivos de vida y de realidad coherentes. Perder el piso es no regular estas sustancias, sustancias que regulan a otras y éstas a su ves a otras más. Perder el piso es perderse uno mismo entre sustancias sociales, políticas, culturales y económicas.

Por otra parte la cuestión sentimental es un simple lastre más fácil de ubicar y entender de lo que se cree, pero la complejidad de la totalidad del ser humano no lo acepta ni lo hará –hecho que es regulado por otras materias que no pertenecen exclusivamente a un área denominada “amor” o cualquier vocablo que pudiera parecer frívolo, sino que se suscribe a una serie de elementos que están relacionados indirectamente con el asunto químico.

Pd. Mi mamá toca a la puerta y le urge que abra, es hora de tomarme la alprazolam, no puede con todo –ojalá no tuviera que abrirle-. Sigo sin rastro de mi hombre.

segunda-feira, 19 de maio de 2008

Aún así lo amo...

El otro día estaba un buen hombre y me arrimo. Guapo. Porque me hace señas. Blanco. Cuando estoy próxima a él, comienza a caminar. Con un cuerpazo. Pienso, éste quiere que lo siga. Alto. Y pues una que es bonita e inocente sigue al hombre. Brazos perfectos. No deja de caminar hasta que estamos un poco lejos. Cara angelical. Me empezó a excitar. Bien dado. Me veía de reojo, y yo a él. Grandes muslos. Se detiene. Cabello corto. Se recarga en una pared. Castaño claro. Me hace una seña. Nariz normal. Inclina si vista hacia abajo y después me mira. Labios gruesos. Me quiere decir algo. Ojos grandes. Sólo me acerco y me agacho. Manos perfectas. Estoy apunto de desabotonarle el pantalón. Lo toco. Golpes. Suelo. Sangre. Y no recuerdo qué mas. Era el amor de mi vida. Y de eso hace un par de meses. Despierto de mi sueño y sigo estando donde me llevó. La diferencia es que sin ánimos, con dolores, inmóvil, sin fuerzas, sucio y ensangrentado. Trato de verme y parece que todo está en orden, nada fuera de lo normal. Ni si quiera lo he vuelto a ver para pedirle el divorcio y los gastos de manutención de los niños.