quarta-feira, 24 de novembro de 2010

Pre/ocupaciones

La preocupación es una pérdida de control... sobre todo cuando el control es una ilusión que no se sabe si se perdió o no. Algunas personas, entres ellas yo, pensamos que esta ilusión se difuminó ante ciertos medicamentos (controlados pueden ser, aunque al final quien no se precie sabe que termina habiendo una administración descontrolada de estos).
Hoy no sé qué nacerá de todo esto. Hay gente en el hospital, en el trabajo, en la casa y en la calle; tal vez alguno que otro tomando el metro, no todos son incluidos siempre hay excepciones. Cuando la naturaleza de la situación lo amerita uno se siente como obsceno.
Obsceno como cuando se está en una situación rara, vulnerable... como cuando uno no controla los factores externos y lo único que le queda es esperar a que algo cambie la situación, que a pequena escala parecería que no va a cambiar... al final algo sucede... siempre.
La idea no sé si sea la misma del principio, pero todo gira sobre el mismo tema. Las circunstancias no quitan la pérdida de control, mucho menos el estado angustioso. Cada cama, cada silla, cada planta y cada cable pertenecen a uno mismo, al uno mismo instantáneo que se ubica en ese espacio físico momentáneo.
Qué pena, en serio...
Perdóname por estar lejos y no allá
No quiero que pase a mayores y sabes que te quiero.


j. bhuto